martes, 15 de marzo de 2016

TENSIÓN ARTERIAL

La tensión o la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias.“Es un sistema de tuberías por las que circula un fluido y la presión a la que circula tiene que ser el adecuado. Si la presión aumenta por encima de unos niveles, las arterias que conducen la sangre empiezan a sufrir un daño mayor y, a la larga, ese daño se acaba traduciendo en complicaciones”, indica el especialista en Nefrología.

¿Qué puede provocar la tensión arterial alta?

El envejecimiento o el factor genético son algunas de las causas no modificables que incrementan el riesgo de que suba la tensión. Hay, sin embargo, otra serie de factores que pueden desembocar en la subida de la tensión como una alimentación inadecuada, el sobrepeso o la falta de actividad física. Los especialistas recomiendan tanto a los hipertensos, como a cualquiera que quiera prevenir cualquier problema relacionado con la tensión, la práctica de un modo de vida saludable como mejor forma de prevenir cualquier problema asociado a tener unos niveles de presión arterial inadecuados. El presidente de la Seh- Lelha recomienda especialmente el uso moderado de la sal y llama la atención sobre el consumo excesivo que hacen muchos del café y el té. “Se recomienda evitar todo tipo de factores estimulantes como la cafeína o la teína, aunque por una taza al día no habría problema”, apunta Segura.

¿Cuándo es conveniente medir la tensión?

“Es recomendable medir la presión arterial por lo menos una vez al año”, indica Segura. Sin embargo, la mayoría de las veces no es necesario acudir a un examen específico para controlar el nivel de tensión, pues los médicos de familia en Atención Primaria tienen en su protocolo la indicación de realizar al paciente una prueba de presión arterial, tenga los síntomas que tenga. “Sea cual sea el motivo por el que el paciente acuda a consulta hay que medirle la tensión”, indica el especialista. Es en estas pruebas en las que se detectan la mayoría de los casos de hipertensión.

¿En qué consiste la prueba para medir la tensión?

Todo el mundo está de sobra familiarizado con la prueba convencional para medir la tensión: el médico coloca un manguito alrededor del brazo del paciente y lo infla de tal forma que la tensión alcanza el punto mínimo y máximo. Segura explica que con esta prueba se busca primero obstruir la arteria que se encuentra en el interior del brazo y seguidamente, ir abriéndola  poco a poco. En el momento en el que esa arteria se abre se mide la presión máxima, la sistólica. Según el médico especialista, antiguamente, la tensión arterial se medía escuchando los ruidos que producía la arteria; cuando esos ruidos desaparecían, se determinaba el valor de la tensión mínima o diastólica. “Hoy en día contamos con aparatos automáticos detectan estos dos momentos”, precisa Segura.

¿Cuáles son los valores normales de presión arterial?

La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm de mercurio, cuando el corazón está en sus máximas pulsaciones y de 80 mm de mercurio, cuando está más relajado. “El punto de corte para detectar problemas de hipertensión es si la presión arterial es igual o supera los 90 mm de tensión diastólica y los 140 de mm de tensión sistólica”, aclara el nefrólogo.
Según Segura, la presión arterial es un parámetro que tiene mucha variabilidad y oscila mucho dependiendo de la actividad, el momento del día o las comidas que se han realizado. “Hoy en día disponemos de aparatos que nos permiten conocer cómo se encuentra la tensión en distintos momentos del día y poder así aplicar mejor, tanto medidas de diagnóstico, como de tratamiento”, apunta el experto. 

¿Cuándo debe recomendar el especialista la automedición de la presión arterial?

En líneas generales, el profesional sanitario puede recomendar la automedición de la presión arterial siempre (salvo algunas excepciones, principalmente en pacientes obsesivos y con tendencia a la automedicación). Se trata de un método eficaz que permite conocer la tensión del paciente fuera de la consulta, en su vida cotidiana, evitando así el conocido como fenómeno de la bata blanca (la sensación que experimentan los pacientes al llegar al centro sanitario y ponerse frente al profesional sanitario. Este fenómeno provoca que la presión arterial de los pacientes se eleve un poco con respecto a su cifra normal).
La automedición de la presión arterial debe realizarse por la mañana y por la noche, tras un reposo previo de 3 minutos. La posición adecuada es la siguiente: sentado, con las piernas sin cruzar, la espalda apoyada en la silla y el brazo en donde se coloque el manguito apoyado sobre la mesa. Es recomendable que el manguito se ponga en el brazo (y no en la muñeca, salvo excepciones -personas obesas-).
Tras la automedición, el paciente debe registrar los resultados obtenidos apuntándolos en un cuaderno. Deberá llevar este cuaderno al profesional sanitario correspondiente (médico o enfermero) cuando tenga su cita para revisarlos juntos. Con estos resultados, el profesional valorará el tratamiento y seguimiento del paciente.

¿Cómo medir la tensión arterial?

Existen diversas maneras de medir la presión arterial:
  • Esfigmomanómetro de mercurio: Es el más exacto y menos expuesto a errores. Para su uso se requiere un fonendoscopio.
  • Esfigmomanómetro de aire: Es el más utilizado y es también un aparato preciso. Igualmente necesita de un fonendoscopio para su uso.
  • Aparato electrónico: Se utiliza mucho para realizar el autocontrol, no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y es de fácil manejo. No obstante, se trata de un aparato muy sensible a los ruidos y a los movimientos, por lo que para que los valores obtenidos sean exactos, es necesario que el brazo no se mueva y que no se hable. Es importante que el aparato esté en buenas condiciones y se revise periódicamente
Además, para medir la presión arterial se requiere cumplir una serie de condiciones:
Para medir la presión arterial debe colocarse el manguito del esfigmomanómetro a la altura del corazón. El borde superior debe estar como mínimo dos centímetros por encima de la flexura del codo. A continuación se infla el manguito hasta una presión de 180 milímetros de Hg. Si se sabe que en determinaciones anteriores la presión sistólica era superior a esta cifra, se infla hasta una presión 200 mm Hg por encima de la última conocida. Se coloca la campana del fonendo allí donde previamente se ha localizado el latido arterial en la flexura del codo y se procede a desinflar poco a poco el manguito. El primer latido que se escucha corresponde a la presión sistólica o máxima y la desaparición del latido a la presión diastólica o mínima. En los niños y también en algunos adultos, los latidos no desaparecen; entonces se considera como presión diastólica aquella en la que se modifica la tonalidad de los latidos.


HIPERTENSIÓN

Qué es

La hipertensión arterial es una patología crónica que consiste en el aumento de la presión arterial. Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos síntomas claros y que estos no se manifiestan durante mucho tiempo.
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España. Sin embargo, la hipertensión es una patología tratable. Si no se siguen las recomendaciones del médico, se pueden desencadenar complicaciones graves, como por ejemplo, un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente.
Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través de ellas. Esto se conoce con el nombre de arterioesclerosis.
Según datos de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha)en España existen más de 14 millones de personas con hipertensión. De esta cantidad, 9,5 millones no están controlados y 4 millones están sin diagnosticar.

Causas

Aunque todavía no se conocen las causas específicas que provocan la hipertensión arterial, sí se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia genética, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario.

Causas no modificables

Factores genéticos:

La predisposición a desarrollar hipertensión arterial está vinculada a que un familiar de primer grado tenga esta patología. Aunque se desconoce el mecanismo exacto, la evidencia científica ha demostrado que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.

Sexo:

Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto se debe a que la naturaleza ha dotado a la mujer con unas hormonas que la protegen mientras está en la edad fértil (los estrógenos) y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, las mujeres jóvenes que toman píldoras anticonceptivas tienen más riesgo de desarrollar una patología cardiaca.

Edad y raza:

La edad es otro factor que influye sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos a medida que aumenta la edad.
En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.

Causas modificables

Sobrepeso y obesidad:

Los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal.
No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.

Otras causas

Vasculares:

Entre el 2,5 y el 6 por ciento de los problemas relacionados con el riñón pueden influir en la aparición de la hipertensión arterial. De hecho, suponen entre el 2,5 y el 6 por ciento de las causas. Las principales patologías vasculares que influyen son:
  • Enfermedad renal poliquística.
  • Enfermedad renal crónica.
  • Tumores productores de renina.
  • El síndrome de Liddle.
  • Estenosis de la arteria renal.


HIPOTENSIÓN 

Qué es

La hipotensión es el nombre técnico de una baja presión arterial. Se produce cuando los latidos del corazón, encargados de bombear la sangre al resto del cuerpo, tienen un ritmo más lento de lo habitual. Por este motivo, ni el cerebro, ni el corazón ni el resto del organismo recibe la sangre necesaria, lo que puede dar lugar a mareos y desmayos.

Causas

Hay muchos factores causantes de la hipotensión. En primer lugar, se puede producir porque los mecanismos fisiológicos que mantienen la presión arterial no funcionan de forma adecuada y transmite señales de forma incorrecta.
Es habitual que se manifieste cuando un individuo está un largo periodo de tiempo de pie y afecta sobre todo a los jóvenes y niños. Cuando se produce una hemorragia aguda es muy probable que el enfermo presente hipotensión.
Otras veces está causada por la ingesta de drogas, como el alcohol, analgésicos, medicamentos usados para la cirugía, diuréticos, etc. También se puede producir porque el afectado presente diferentes arritmias, deshidratación, anafilaxia o una diabetes descompensada.

Síntomas

Los síntomas que sufren las personas que padecen esta afección suelen ser:
  • Visión borrosa.
  • Vértigo.
  • Mareos.
  • Somnolencia y desconcierto momentáneo.
  • Debilidad.
  • Confusión e incluso pérdida de conocimiento.
  • Desmayos o desvanecimientos.
  • Náuseas y vómitos.

Prevención

Existen sencillos métodos que previenen la disminución de la presión arterial. Uno de ellos es ingerir mucho líquido para evitar la deshidratación.
Sin embargo, se debe intentar prescindir de bebidas alcohólicas. Además, hay unas medias, conocidas generalmente como de compresión, que hacen presión en las piernas y facilitan el aumento de la tensión arterial. Por otro lado, también es importante evitar una incorporación brusca cuando se está sentado o acostado; o estar de pie y quieto durante largos periodos de tiempo. 

Tipos

Dentro de los tipos a partir de los cuales se clasifica esta enfermedad están:
  • La hipotensión ortostática: Es la que se produce a partir de un cambio súbito en la postura del cuerpo.
    Dentro de los cambios más comunes que provocan esta afección está el que el paciente pase de estar acostado a estar de pie muy rápidamente.
    Esta bajada de la tensión sólo suele durar unos segundos o minutos.
     
  • La hipotensión ortostática posprandrial: En este caso, la causa es en el tipo anterior, con la característica añadida de que se produce después de comer.
    Este tipo afecta más frecuentemente a los adultos mayores, a aquellos que tienen presión arterial alta o a los que padecen Parkinson.
     
  • Hipotensión mediada neuralmente: Se denomina así a la descoordinación entre el bombeo del corazón y el cerebro. Se caracteriza por descensos bruscos de la presión sanguínea. Los pacientes tienen tendencia a no poder mantenerse en situación vertical durante mucho tiempo.
     
  • Hipotensión grave: Puede estar causada por una pérdida repentina de sangre, una infección que revista gravedad, un ataque al corazón, una reacción alérgica con carácter intenso, diversas arritmias, consumo de fármacos etc. 

Diagnóstico

Para determinar si se presenta esta condición, el especialista realizará exámenes que ayudarán a diagnosticar los síntomas. Lo primero que llevará a cabo será la vigilancia de los signos vitales, como la temperatura, el pulso, la frecuencia respiratoria y la presión arterial.
Es posible que después de realizarle estas pruebas, el paciente deba permanecer ingresado un tiempo.
Además de éste examen se podrán realizar otras pruebas:
  • Análisis del metabolismo básico.
  • Hemocultivos para determinar si existe algún otro tipo de infección.
  • Conteo sanguíneo completo (hemograma).
  • Análisis de orina.
  • Radiografía del abdomen.
  • Radiografía del tórax.

ENFERMEDADES DEL RIÑÓN

Introducción

Los riñones son dos órganos con forma de alubia, aproximadamente del tamaño del puño de una mano. Están ubicados cerca de la línea media de la espalda, justo debajo de la caja que conforman las costillas. Dentro de cada riñón hay aproximadamente un millón de estructuras diminutas, llamadas nefronas, que filtran la sangre. Estos, eliminan los productos de desecho y el exceso de agua, que se transforma en orina. La orina fluye a través de unos tubos llamados uréteres hacia la vejiga, donde se almacena la orina hasta que usted vaya al baño.
La mayoría de las enfermedades renales atacan las nefronas. Este daño causa que los riñones no puedan eliminar desechos. Las causas incluyen problemas genéticos, lesiones o medicamentos. Usted puede correr mayor riesgo de padecer una enfermedad renal si tiene diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún problema de los riñones. La enfermedad renal crónica va dañando las nefronas de a poco con el transcurso del tiempo. Otras enfermedades de los riñones pueden incluir:
  • Cáncer:
    • Usted tiene dos riñones. Los riñones son órganos del tamaño de un puño de la mano ubicados a cada lado de la columna, por arriba de la cintura. Los tubos que se encuentran dentro de ellos filtran y limpian la sangre eliminando los productos de desecho y produciendo orina. El cáncer de riñón se forma en la membrana que recubre los tubos diminutos que están dentro de los riñones.
    • Este cáncer se hace más común a medida que envejecemos. Los factores de riesgo incluyen fumar, algunas condiciones genéticas y el mal uso de analgésicos por períodos prolongados.
    • Es probable que las personas con cáncer de riñón no tengan síntomas al principio de la enfermedad pero van apareciendo a medida que el cáncer crece. Consulte a su médico si observa:
      • Sangre en la orina
      • Un bulto en el abdomen
      • Pérdida de peso sin razón
      • Dolor en el costado que no desaparece
      • Pérdida del apetito
    El tratamiento depende de la edad, el estado general de salud y de cuán avanzado esté el cáncer. Podría incluir cirugía, quimioterapia o radiación, terapia biológica o dirigida. La terapia biológica estimula la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer. La terapia dirigida es un tipo de tratamiento en el que se utilizan sustancias para identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales.
  • Quistes
    • Un quiste es un saco lleno de líquido. Existen dos tipos de quistes renales.
    • La poliquistosis renal es hereditaria. En ésta, los quistes toman el lugar de los tejidos normales, agrandan los riñones y hacen que no funcionen bien, lo que lleva a una falla renal. Cuando los riñones poliquísticos causan esta insuficiencia, que sucede después de varios años, la persona necesita diálisis o un trasplante de riñón. Cerca de la mitad de las personas con poliquistosis renal termina con una insuficiencia renal. También causa quistes en otras partes del cuerpo, como en el hígado.
      • Los síntomas de la poliquistosis renal incluyen
      • Dolor de espalda y a los costados bajos de la espalda
      • Dolores de cabeza
      • Infecciones urinarias
      • Sangre en la orina
    • Los doctores diagnostican la poliquistosis renal con pruebas de imágenes e historia familiar. Los tratamientos incluyen medicamentos, y, cuando las personas con riñones poliquísticos desarrollan insuficiencia renal, con diálisis o trasplante de riñón.
    • La enfermedad renal quística adquirida, generalmente ocurre en personas que están en tratamiento con diálisis. A diferencia de la poliquistosis renal, los riñones son de tamaño normal y no se forman en otras partes del cuerpo. Las personas con enfermedad renal quística adquirida ya sufren de enfermedad renal crónica cuando desarrollan quistes. Esta enfermedad no tiene síntomas. En la mayoría de los casos, los quistes son inofensivos y no necesitan tratamiento.
  • Piedras
    • Una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón debido a sustancias presentes en la orina. Puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una perla. La mayoría de las piedras renales se eliminan del cuerpo sin ayuda médica. Pero algunas veces una piedra no es fácil de eliminar. Puede atorarse en las vías urinarias, bloquear el flujo de orina y causar un gran dolor.
    • Los siguientes signos pueden indicar la existencia de cálculos renales que necesitan atención médica:
      • Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece
      • Sangre en la orina
      • Fiebre y escalofríos
      • Vómitos
      • Orina con mal olor o con apariencia turbia
      • Sensación de ardor al orinar
    Los doctores diagnostican las piedras en los riñones a través de análisis de orina, de sangre y de diagnósticos por imagen.
    Si una piedra no pasa por sí sola, es posible que se necesite tratamiento. Este puede ser a través de ondas de choque (un endoscopio insertado a través del tubo que lleva la orina fuera del cuerpo, llamada uretra) o con cirugía.
  • Infecciones
    • El aparato urinario es el sistema de drenaje del cuerpo para eliminar los desechos y el exceso de agua. Incluye dos riñones, dos uréteres, una vejiga y una uretra. Las infecciones del tracto urinario son el segundo tipo más común de infección en el cuerpo.
    • Es posible que tenga una infección de las vías urinarias si observa:
      • Dolor o ardor al orinar
      • Fiebre, cansancio o temblores
      • Urgencia frecuente de orinar
      • Presión en la región inferior del abdomen
      • Orina con mal olor o con apariencia turbia o rojiza
      • Con menor frecuencia, náusea o dolor de espalda
    Personas de cualquier edad o sexo pueden contraer infecciones urinarias. Pero las mujeres la sufren unas cuatro veces más que los hombres. Usted también está en mayor riesgo si tiene diabetes, necesita un tubo para drenar la vejiga o tiene una lesión de la médula espinal.
    Si piensa que tiene una infección urinaria, es importante que consulte a un médico. El médico puede confirmarlo con una muestra de orina. Se trata con antibióticos.
Su médico puede hacerle pruebas que detecten si padece una enfermedad renal. Si los riñones fallan completamente, un trasplante renal o el tratamiento con diálisis puede reemplazar la función que normalmente desempeñan los riñones.


martes, 8 de marzo de 2016

LESIONES DE LA NARIZ

Fractura de nariz



Es una rotura en el hueso o cartílago sobre el puente nasal, en la pared lateral o en el tabique (estructura que divide las fosas nasales) de la nariz.

Consideraciones

La fractura de nariz es la fractura más común de la cara. Por lo general, ocurre después de una lesión y con frecuencia se presenta junto con otras fracturas faciales.
Algunas veces, un traumatismo contundente (golpe fuerte) puede provocar que la pared que divide las fosas nasales (tabique nasal) se separe.
Las lesiones de nariz y de cuello con frecuencia se observan al mismo tiempo. Un golpe con la fuerza necesaria para lesionar la nariz podría ser suficiente para lastimar el cuello.
Las lesiones nasales graves causan problemas que requieren atención inmediata por parte de un proveedor de atención médica. Por ejemplo, el daño al cartílago puede producir una acumulación de sangre dentro de la nariz. Si esta sangre no se drena rápidamente, puede ocasionar un absceso o una deformidad permanente que causa un bloqueo nasal. También puede provocar la muerte del tejido y el colapso de la nariz.
En caso de lesiones menores de la nariz, es posible que el proveedor de atención médica prefiera revisar al paciente a lo largo de la primera semana después de la lesión para ver si la nariz se ha desviado de su forma normal.
Ocasionalmente, puede ser necesario practicar una cirugía para corregir una nariz o tabique nasal que se ha deformado por una lesión.

Síntomas

    • Sangre que sale de la nariz
    • Hematomas (moratones) alrededor de los ojos
    • Dificultad para respirar a través de la nariz
    • Apariencia deforme (puede no ser obvia hasta que la hinchazón desaparezca)
    • Dolor
    • Hinchazón
La apariencia de moretones o hematomas generalmente desaparece después de dos semanas.

Primeros auxilios

    • Intente permanecer calmado.
    • Respire por la boca e inclínese hacia adelante en una posición de sentado para impedir que la sangre baje por la parte posterior de la garganta.
    • Aplique compresas frías sobre la nariz para reducir la hinchazón. De ser posible, sostenga la compresa de tal manera que no haya demasiada presión sobre la nariz.
    • Para ayudar a calmar el dolor, se recomienda el paracetamol o acetaminofén (Tylenol).

LESIONES OCULARES

Emergencias oftalmológica


 
Las emergencias oftalmológicas incluyen cortaduras, raspaduras, objetos en el ojo, quemaduras, exposición a químicos y lesiones contundentes en el ojo o el párpado. Ciertas infecciones en los ojos y otras afecciones, como coágulos de sangre o glaucoma, pueden necesitar atención médica inmediata. Dado que el ojo se lesiona fácilmente, cualquiera de estas afecciones puede llevar a la pérdida de la visión si no recibe tratamiento.

Causas

Las emergencias oculares incluyen cualquiera de las siguientes:
Traumatismo
    • Un ojo morado suele ser producto de un traumatismo directo al ojo o a la cara. El hematoma es causado por el sangrado bajo la piel. El tejido alrededor de los ojos se torna negro y azul, y gradualmente se vuelve morado, verde y amarillento durante varios días. El color anormal desaparece al cabo de dos semanas. También se presenta hinchazón del párpado y de los tejidos alrededor del ojo.
    • Ciertos tipos de fractura de cráneo pueden provocar hematomas alrededor de los ojos, incluso sin una lesión directa en el ojo.
    • Algunas veces, se presenta daño grave al ojo mismo a causa de la presión ejercida por la hinchazón del párpado o la cara. Un hifema es la presencia de sangre en la zona frontal del ojo. Un traumatismo es una causa común y con frecuencia se debe a un golpe directo al ojo por un balón.
Lesiones químicas:
    • Una lesión química en el ojo puede ser causada por accidentes laborales. También puede ser provocada por productos caseros comunes, como soluciones de limpieza, químicos de jardinería, disolventes o muchos otros tipos de químicos. Los vapores y los aerosoles también pueden causar quemaduras químicas.
    • Con las quemaduras por ácidos, el oscurecimiento de la córnea generalmente se aclara y hay una buena probabilidad de recuperación.
    • Las sustancias alcalinas, como la cal, la lejía, los limpiadores para cañerías comerciales y el hidróxido de sodio, que se encuentra en los equipos de refrigeración, pueden causar daño permanente a la córnea.
    • Es importante enjuagar el ojo con agua limpia o una solución salina mientras se busca atención médica urgente.
Cortaduras en el párpado y los ojos:
    • Una lesión al párpado puede ser un signo de lesión grave al ojo mismo.
Cuerpo extraño en el ojo y lesiones corneales
    • La córnea es el tejido claro (transparente) que cubre la parte frontal del ojo.
    • El polvo, la arena y otros residuos pueden ingresar fácilmente en el ojo. El dolor persistente, la sensibilidad a la luz y el enrojecimiento son signos de que se requiere tratamiento.
    • Un cuerpo extraño en el ojo puede ser una amenaza para la visión si el objeto entra al ojo mismo o daña la córnea o el cristalino. Asimismo, los cuerpos extraños lanzados a altas velocidades por parte de máquinas, pulidoras o el hecho de martillar metal ofrecen el riesgo más alto de lesionar el ojo.

Síntomas

Según el tipo de lesión, se puede presentar cualquiera de los siguientes síntomas:
  • Sangrado u otra secreción del ojo y alrededor de éste
  • Hematomas
  • Disminución de la visión
  • Visión doble
  • Dolor en el ojo
  • Dolor de cabeza
  • Picazón en los ojos
  • Pérdida de la visión, total o parcial, en uno o en ambos ojos
  • Pupilas de distintos tamaños
  • Enrojecimiento o apariencia sanguinolenta
  • Sensación de tener algo en el ojo
  • Sensibilidad a la luz
  • Picazón o ardor en el ojo

Primeros auxilios

Actúe de inmediato y siga los pasos que aparecen a continuación si usted o alguien más tiene una lesión ocular.
OBJETO PEQUEÑO EN EL OJO O EL PÁRPADO:
El ojo a menudo se limpia a sí mismo de pequeños objetos, como pestañas o arena, a través del pestañeo o el lagrimeo. Si no sucede esto, no frote el ojo ni apriete los párpados. Posteriormente proceda a examinar el ojo. Al hacerlo, tenga mucho cuidado de no presionar el ojo.
  1. Lávese las manos con agua y jabón.
  2. Examine el ojo en un área con buena iluminación. Para encontrar el cuerpo extraño, pídale a la persona que mire hacia arriba y hacia abajo, y luego de un lado a otro.
  3. Si no puede encontrar el objeto, agarre el párpado inferior y jale hacia abajo con suavidad para mirar debajo de dicho párpado. Para mirar debajo del párpado superior, se puede colocar un aplicador de algodón en la parte exterior de dicho párpado y estirar suavemente el párpado por encima del aplicador.
  4. Si el objeto está en el párpado, trate de lavarlo suavemente con agua. Si esto no funciona, pruebe tocando el objeto con un segundo aplicador de algodón para retirarlo.
  5. Si el objeto está en el ojo, trate de enjuagar suavemente el ojo con agua. Si está disponible, use un gotero ubicado por encima de la esquina exterior del ojo. No toque el ojo directamente con la punta del gotero.
Es posible que se continúe experimentando una sensación de rasguño y otras molestias menores después de retirar las pestañas y otros objetos pequeños, pero esto desaparece en un día o dos. Si la persona continúa sintiendo molestia o visión borrosa, busque asistencia médica.
OBJETO CLAVADO O INCRUSTADO EN EL OJO:
  1. Deje el objeto en el mismo sitio. No intente retirarlo ni tocarlo, ni aplicar presión alguna.
  2. Calme y dele seguridad a la persona.
  3. Lávese las manos con agua y jabón.
  4. Vende ambos ojos. Cubrir ambos ojos ayuda a prevenir el movimiento ocular. Si el objeto es grande, coloque una taza o un cono de papel sobre el ojo lesionado y péguelo con cinta. Esto evita que el objeto se presione más dentro del ojo provocando una lesión mayor. Si el objeto es pequeño, cubra ambos ojos.
  5. Consiga ayuda médica de inmediato. No se demore.
QUÍMICOS EN EL OJO:
  1. Lave a chorro la zona con agua corriente de inmediato. Gire la cabeza de la persona, de manera que el ojo lesionado quede hacia abajo y hacia un lado. Sosteniendo el párpado abierto, deje que el agua fresca del grifo irrigue el ojo durante 15 minutos.
  2. Si ambos ojos están afectados o si los químicos están en otras partes del cuerpo, pídale a la persona que tome una ducha.
  3. Si la persona usa lentes de contacto y estos no salieron con el agua, pídale a la persona intente retirarlos después del procedimiento de enjuague y que vuelva a lavarse.
  4. Busque ayuda médica de inmediato. No se demore.
CORTADURAS, RASGUÑOS O GOLPES EN EL OJO:
  1. Suavemente, aplique compresas frías para reducir la hinchazón y ayudar a controlar cualquier hemorragia. No aplique presión para controlar el sangrado.
  2. Si se está acumulando sangre en el ojo, cubra ambos ojos con un trozo de tela limpio o un apósito estéril
  3. Busque ayuda médica de inmediato. No se demore.
CORTADURAS EN EL PÁRPADO:
  1. Lave el ojo cuidadosamente. Si la herida está sangrando, aplique presión suave con un pedazo de tela limpio y seco hasta que el sangrado se detenga.
  2. Cubra la herida con un apósito limpio.
  3. Coloque compresas frías sobre el apósito para reducir la hinchazón y el dolor.
  4. Busque ayuda médica de inmediato. No se demore.