Cáncer de próstata
Es el cáncer que empieza en la glándula prostática. La próstata es una pequeña estructura con forma de nuez que forma parte del aparato reproductor masculino. Este órgano rodea la uretra, el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo.
El cáncer de próstata es la causa más común de muerte por cáncer en hombres mayores de 75 años de edad. Este tipo de cáncer rara vez se encuentra en hombres menores de 40 años de edad.
Las personas que están en mayor riesgo incluyen:
- Hombres de raza negra, que también son más propensos a padecer este cáncer a cualquier edad.
- Hombres mayores de 60 años.
- Hombres que tengan un padre o hermano con cáncer de próstata.
Otras personas en riesgo incluyen:
- Hombres que han estado expuestos al agente naranja.
- Hombres que consumen demasiado alcohol.
- Granjeros.
- Hombres que consumen una dieta rica en grasa, especialmente animal.
- Hombres obesos.
- Trabajadores de plantas de neumáticos.
- Pintores.
- Hombres que han estado expuestos al cadmio.
El cáncer de próstata es menos común en personas que no comen carne (vegetarianos).
Un problema común en casi todos los hombres a medida que envejecen es el agrandamiento de la próstata. Esto se denomina hiperplasia prostática benigna o HPB. Este problema no eleva su riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, puede elevar el resultado del examen de sangre para elantígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés).
Con el cáncer de próstata incipiente, a menudo no hay ningún síntoma.
La prueba de sangre para el antígeno prostático específico (PSA) se puede hacer para examinar a los hombres en busca de cáncer de próstata. Con frecuencia, el nivel de PSA se eleva antes de que haya algún síntoma.
Los síntomas que aparecen en la lista de abajo pueden ocurrir con el cáncer de próstata, a medida que éste va creciendo en dicha glándula. Estos síntomas también pueden ser causados por otros problemas de la próstata:
- Demora o lentitud para iniciar la micción.
- Goteo o escape de orina, con mayor frecuencia después de la micción.
- Chorro urinario lento.
- Esfuerzo al orinar o no ser capaz de vaciar toda la orina.
- Sangre en la orina o el semen.
Cuando el cáncer se ha diseminado, puede haber dolor o sensibilidad ósea, con mayor frecuencia en la región lumbar y los huesos de la pelvis.
Un tacto rectal anormal puede ser la única señal del cáncer de próstata.
Se necesita una biopsia para saber si usted tiene cáncer de próstata. Una biopsia es un procedimiento para extraer una muestra de tejido de la próstata. La muestra se envía a un laboratorio para su análisis. Esto se hará en el consultorio del médico.
El médico puede recomendar una biopsia si:
- Usted tiene un nivel de antígeno prostático específico alto.
- Un tacto rectal revela una superficie dura e irregular.
Los resultados de la biopsia se reportan usando lo que se denomina el grado y puntaje de Gleason.
El grado de Gleason indica qué tan rápido se podría diseminar el cáncer. Se clasifican los tumores en una escala de 1 a 5. Se pueden tener diferentes grados de cáncer en una muestra para biopsia. Los dos grados más comunes se suman entre sí. Esta suma da el puntaje de Gleason. Cuanto más alto sea el puntaje de Gleason, mayor será la probabilidad de que el cáncer se pueda diseminar más allá de la glándula prostática:
- Puntajes de 2 a 5: cáncer de próstata de grado bajo.
- Puntajes de 6 a 7: cáncer de grado intermedio (o en la mitad). La mayoría de los cánceres de la próstata se ubican en este grupo.
- Puntajes de 8 a 10: cáncer de grado alto.
Se pueden hacer los siguientes exámenes para determinar si el cáncer se ha diseminado:
- Tomografía computarizada: es un método de diagnóstico por imágenes que utiliza rayos X para crear imágenes transversales del cuerpo.
- Gammagrafía ósea: es un examen imagenológico que se usa para diagnosticar enfermedades óseas y averiguar su gravedad.
- Resonancia magnética: es un examen imagenológico en el que se utiliza una máquina con imanes y ondas de radio potentes para crear imágenes de la zona entre los huesos de la cadera.
La prueba de sangre del PSA también se utilizará para vigilar el cáncer después del tratamiento.
El tratamiento depende de muchos factores, que incluyen su puntaje de Gleason y su salud en general. El médico hablará con usted sobre sus opciones de tratamiento.
Si el cáncer no se ha propagado por fuera de la glándula prostática, los tratamientos comunes incluyen:
- Cirugía (prostatectomía radical): En esta operación, el cirujano extirpa toda la glándula prostática además de una porción del tejido que le rodea, incluyendo las vesículas seminales.
- Radioterapia, por ejemplo braquiterapia y terapia de protones: La radioterapia utiliza rayos de alta energía o partículas para destruir las células cancerosas.
- Braquiterapia: A la radiación interna también se le conoce como braquiterapia, la cual usa una fuente radiactiva que se coloca dentro del cuerpo en o cerca del tumor.
- Terapia de protones: es un tipo de radioterapia avanzada que utiliza un haz de protones para aplicar radiación directamente al tumor, destruyendo las células cancerosas sin afectar el tejido sano circundante y otras áreas críticas y órganos vitales.
Si usted es mayor, el médico puede recomendarle simplemente vigilar el cáncer con pruebas de PSA y biopsias.
La hormonoterapia se utiliza principalmente para cáncer que se ha propagado más allá de la próstata. Esta opción ayuda a aliviar los síntomas y previene el crecimiento y diseminación de cáncer en el futuro. Sin embargo, no cura el cáncer.
Si el cáncer de próstata se disemina incluso después de haber probado con hormonoterapia, cirugía o radiación, el tratamiento puede incluir:
- Quimioterapia: utiliza medicamentos contra el cáncer que se inyectan en una vena o que se administran por vía oral. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y van por todo el cuerpo, lo cual permite que este tratamiento sea potencialmente útil para aquellos cánceres que se han propagado a órganos distantes (que han hecho metástasis).
- Inmunoterapia (medicamento para provocar que el sistema inmunitario ataque y destruya las células cancerosas).
La cirugía, la radioterapia y la hormonoterapia pueden afectar el desempeño sexual. Los problemas con el control urinario son posibles después de la cirugía y la radioterapia. Hable sobre sus inquietudes con su proveedor de atención médica.
Después del tratamiento para el cáncer de próstata, se le vigilará muy de cerca para constatar que el cáncer no se disemine. Esto implica chequeos de rutina, que incluyen exámenes de sangre del antígeno prostático específico (generalmente cada 3 meses a 1 año).